Te amo como se ama a un pueblo.
Amo tus calles de barro,
tus puertas abiertas como un libro.
El agua hirviendo en la llama,
las frondas muertas del pino,
los artesanos hundiendo
sus manos en lana.
Te amo como ama un pueblo a sus ríos,
como lo hace un dios a un suplicante.
Te amo como se ama a un niño,
te amo como ama un amante…
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